domingo, 29 de enero de 2017

AQUELLA MARAVILLOSA IGUALDAD


El reloj es el culpable de mi ancha memoria. Mientras él continúa su paso, yo me detengo a reflexionar lo que en mi ha guardado. Hubo minutos que me parecía que el tiempo se había detenido, largos minutos... insoportables. Otros que pasaban fugaces para romper en un recuerdo inolvidable. Me siento presa de esta máquina que me hace respetar las fechas señaladas como un cerdo esperando la matanza.

No soy reo del tiempo, aunque así lo he aprendido. No soy anárquica por evitar la represión que todos hallan entre sus pensamientos para extraer lo negativo de las circunstancias. Cada lustro que transcurre, todos aprendemos algo sobre nosotros mismos. Yo en los últimos cinco años me he conocido. Convivir con mis pensamientos y lidiar con las doncellas tanto de mis ilusiones como de mis inconscientes desequilibrios, han enraizado en mí ser la esencia de la existencia. Y después de esta enseñanza he quedado ilesa.

El bien de todos, la utopía de muchos filósofos, es posible. Es suficiente con enfocar nuestro egocentrismo en no perjudicar al prójimo. Así evitaríamos que la sangre que alimenta la traición se fundiera con la sed de la avaricia y caminando ésta a un agujero negro de la galaxia, triunfaría la nobleza de las palabras sinceras.

El poder de la palabra, exclusivo de aquellos semejantes a Dios, ha perdido en su uso la primera intención. Reconocer que los fallos no tienen nombre y que los insultos a una raza son producto del miedo a perder nuestra posición.  Tenemos un color de piel que nos hace tan distintos que parece perder importancia que todos somos personas. Luchamos por tener una vida mejor e ignoramos que somos uno en esa intención.

Creemos ser únicos, y así es. Pero no olvidemos que todos lo somos. Tal vez algunos no han descubierto que o pertenecemos al grupo de los amantes de la vida, aquellos que aún se maravillan de la existencia, o al de los terroríficos cerebros limitados por la soberbia, haciéndose amos de sus mentiras. Yo soy poeta y a veces siento que lucho en contra del viento, pero no me restan ganas de continuar con mi ingenuidad poniendo la victoria en la igualdad.

viernes, 27 de enero de 2017

MI COMPROMISO


Yo tengo un sueño. ¿Merece la pena saber si va a ser alguna vez real? Quizá no deseé perturbar mi ilusión con la certeza de no verlo jamás cumplido. Quizá no quiera dejar de luchar por un imposible. Quizá  mi vida perdiera todo el sentido si conociera lo que de mi espera el destino.

Dudo si tengo miedo por lo tanto lo tengo. Miedo a perder ese sueño y conformarme con lo que ahora tengo.

Me pregunto: “¿Soy feliz?” Y mi respuesta es “sí”. Y me pregunto de nuevo “Entonces ¿Tienes miedo?” Mi respuesta vuelve a ser “sí”. Y es que temo perder esta ilusión que me impulsa en la mañana a seguir existiendo.

La ambición que rompe el embrujo de lo sencillo ¿es innata en el ser humano o soy yo que espero demasiado? ¿Tan exigente me considero que no ceso en mi intento de romper con lo cotidiano, perdiéndome en este sueño que me resta horas de descanso? o ¿Quizá lo que tema es no tener motivación para seguir viviendo?

Todos ocultamos un miedo a vivir y un sueño por vivir. La paciencia, esa cualidad que creen que no tengo, es aceptar el presente no viviendo en un futuro que dudas que está ahí, esperándote,  y riéndose de tu preocupación por que tu sueño sea vitalicio. Viviendo hoy la lucha por conseguirlo es tal vez, la manera de sentirlo igual que si se hubiera cumplido. Por eso, si dudo de alcanzarlo, esa duda me resta en el futuro el lograrlo. Y no prometo ser paciente, me comprometo a no perder este sueño por el que lucho en el siempre y constante presente.

lunes, 23 de enero de 2017

LA PACIENCIA

A veces la fuerza ecuménica que tendría que iluminarnos y protegernos se queda dormida. Notas como los dioses te dan la espalda y es entonces cuando aprendes a defenderte solo.

Pierdes el sosegado ritmo de tu inofensivo corazón y buscas sin saber a dónde te diriges. A aquellas personas que vencen sus luchas solas, las admiro. Y yo quiero ser así. Sé que puedo ser así.

Estoy inundada de amor en mi presente, en cambio, me atraganto cuando una antigua conocida me pide algo a cambio de una amistad. Me doy cuenta que lo que nunca tuviste no lo puedes perder.

Los dioses no nos defienden siempre. Hoy he aprendido que el hecho de sentirnos importantes es posible solo cuando los demás te permiten serlo. Hay momentos en los que al escuchar el latido de tu propio pensamiento te lleva a encontrar la calma que todos llevamos dentro. Algunos  camuflada por la impaciencia de conocer el futuro. Y es que ese futuro aún no está escrito, para ello antes hay que vivirlo.

Me confirmo en mi decisión de vivir el presente tan prometedor que me envuelve y me acaricia, y olvidarme que existe un mañana.

sábado, 21 de enero de 2017

LA VELA DEL BIEN, LA VELA DEL MAL


Y me pregunto yo retóricamente quién es mas poderoso en el mundo, los hombres impregnándolo de males o Dios que intenta proclamar el bien durante tantos siglos y todavía no parece haberlo conseguido. El por qué de tanto poder a algunos para destruir y apagar la esperanza que habita en otros por lograr alcanzar un mundo, donde todos reconozcamos que estamos hechos de la misma materia. Debemos aprender que lo perecedero no son los sentimientos ni esas sensaciones que se enquistan en nuestras mentes, evitando que alcancemos la paz interior que tanto anhelamos.

Descubrir que hay personas tan incongruentes con el mensaje de Cristo, me despierta un profundo miedo y desconfianza en esta sociedad. Es cierto que todos tenemos una vela encendida en el mal y otra en el bien. Pero si la primera tiene mas luz, en que me estoy equivocando cuando pienso y creo que el bien puede triunfar.

Todos estamos en proceso de cambio y aspiro a que la vela inclinada por el bien me ciegue para no perder las fuerzas en mi lucha para que ciegue a otros también.

Imaginemos un magnate con poder que se hace dueño de un país, imaginemos que no va  a destruirlo. Podéis pensar que esta persona existe. Yo no puedo creer que no vaya a ser así. No se puede destruir una historia. ¿os sentiríais culpables de permitir que esto ocurra? Yo sí. Callo a mi conciencia por dejar de participar en esa lucha, por no dar crédito a que esto ocurra. Y me justifico pensando que yo no puedo hacer nada. Callo a mi conciencia pensando que me viene grande esa batalla.

A veces me conformo con lo que me ha tocado vivir y pretendo que otros se conformen conmigo. No nos rindamos. Digo esto y yo ya me estoy rindiendo cuando se de antemano que no voy a hacer mas que publicar este artículo.

Pido fuerza para no vender mi alma al diablo, pido perdón con antelación, si en algún momento me inclino al otro lado y es que todos los días me debato entre el bien y el mal y temo que no triunfe mi bondad.

miércoles, 18 de enero de 2017

TENGAMOS FE


Todos los momentos son destellos que no se detienen, todo pasa. Eso también ocurre con las horas malas. Pasan… Tener a un hijo enfermo es tan triste que has de pensar en todo lo que te ofrece esta única vida que conocemos, ya que la preocupación nos ciega la esperanza. Y es que los médicos también dicen palabrotas. Dicen cosas como tumor, esclerosis, meningitis… pero no hay que escucharles cuando divagan en su propio mar de dudas.

Los médicos te miran por dentro, saben, o creen saber, como se siente una cuando se les escapa un insulto de este estilo, pero tanto el desamparo como la angustia son difíciles de expresar con palabras. Por esa razón confiemos en la fuerza que rodea la tierra y aprendamos, por fin, que hay que disfrutar el momento sin tirar la toalla en nuestras luchas. Mostrémonos victoriosos ante la incertidumbre, y venzamos la agonía que nos destruye.

Esta noche el frío y la luna nos acompañan, como yo acompaño a esas madres que se vieron inmersas en la difícil lucha de no perder la esperanza. Esta ha de perdurar siempre, no podemos rendirnos sin más, aunque la causa esté justificada y olvidar la sonrisa que nos caracteriza.

Amiga mira al cielo y pide a los dioses que te den la fuerza necesaria para no perder la fe .La fe está hecha para estos momentos y vamos a utilizarla. ¡¡¡¡Un besazo enorme!!!!

martes, 17 de enero de 2017

SIEMPRE AL LÍMITE


 Las palabras que escucho son dispersas. Un sueño para morir, otro por vivir.

Almas ocultas que se descubren en presencia de un café, consultorios de una sobremesa en sábado.

Los sueños confunden mi realidad y el conjunto de estrellas que esta noche se concentraran en mi almohada serán historias que pueden permanecer en pergaminos o ser aparcadas en el olvido.

No voy a conspirar por lo que tanto he luchado, a lo que tantas horas he dedicado pero si voy a permitirme dormir esta noche con un sueño gravado. Gravado  por las prudenciales agujas del deseo.

Consciente de dignificarme por el trabajo, la constelación de mis deseos con mis sueños, me doy cuenta que quizá mi deseo no es lo que anhelo.

Busco la tranquilidad y la paz en aquello que me aportara felicidad o lo mejor es que en esta búsqueda me entretengo entro unos proyectos y otros, siempre al límite para conseguirlos. Siempre guiada por el instinto de un victorioso fin después de un impulsivo comienzo.

lunes, 16 de enero de 2017

EL PEOR DIA DEL AÑO

¿Qué es esto que siento
que me ahoga  en el cuello
y me oprime el pecho?
¿Qué es esto que siento?
¡Explicadme! ¿Por qué
parece que me muero?
¿Es ira? No creo.
¿Es rencor? No sé.
¿Qué es? Es que no respiro,
y me canso en el pensamiento
de estar sola.
Y es, tal vez, quien menos me quiere,
el que mejor entiende mi pena.

domingo, 15 de enero de 2017

EL GRAN SECRETO


(Muchos me comentáis que la lectura de mis párrafos requiere demasiado esfuerzo, al contrario que mis novelas en las que unas frases te llevan a la siguiente y son sencillas de entender. Por esa razón he decidido ser mas clara para que la interacción con mis pensamientos sea mas efectiva.)

Ayer un alma amiga me dijo que yo escribía bien. Bueno, en verdad dijo muy bien, pero quería impregnarme un poco de esa cualidad que a veces olvido de la humildad. También ayer vendí un libro. Estas dos noticias engordaron mis deseos de continuar entregándome a estos escritos en los que dejo mis percepciones después de descubrirlas.

Desconozco quien fue la persona que se inclinó por leerme. Tampoco sé si eligió “El arte tiene un precio” o “La traductora de sus sueños” para conocerme. Querría saberlo, para leer yo al mismo tiempo, haciendo compás en su lectura. Ya lo hice alguna vez, me comentan “voy por la página 12” y yo acudo a la misma hoja emprendiendo la lectura y de ese modo saber qué está conociendo de mí, si mis sueños o mis mentiras.

Solo es un libro, pero el número uno es muy importante. ¿Cuántas personas necesitas que te escuchen cuando confiesas tus miedos? Una. Los miedos los confesamos, pero siempre guardamos algún secreto en la trastienda. Yo tengo uno que escondo porque temo que al contarlo pierda su fuerza. Es un secreto que muchos intuyen, o quizás lo haya contado como una broma, es algo que tuvo que decirme alguien para que me diera cuenta de lo importante que era para mí conseguirlo.

Quiero saber que pensamientos se tienen antes de lograr una gran meta, esas que te marcan para toda la vida; aprobar una oposición, acertar en el número de la lotería…, vender un libro… Me gustaría saber si los que lo consiguieron sintieron que se iban a comer el mundo como yo o si hay que ser un poco mas humilde para que esto suceda.

Me pregunto, si “la vida es un sueño” y solo pasamos unas horas dormidos, no es pecado soñar despierto ¿Verdad?

Siento como me separo de la consciencia,
imposible mantener los ojos con vida,
bostezo repetidas veces, y aunque no quiera
me sumerjo en un sueño.

 Sueño con lo que debería estar haciendo,
sueño que no estoy dormido,
y cuando despierto, sorprendido,
observo y miro quien cruza mi camino.

 Estoy en un barco, frente al timón,
y mis sueños son llegar a puerto vivo.
El azul mar y el azul cielo,
mi intenso corazón aturdido.

 Al despertar dudo si he dormido,
mientras duermo creo no soñar.
Busco vivir como en el cielo,
al regresar a la realidad.
                               Gara García Álvarez
 

sábado, 14 de enero de 2017

SUERTE


Te deseo suerte, porque la vas a necesitar para encontrar donde está la causa que hace de tu vida un lamento. Suerte para tropezarte con la persona que abra la caja fuerte de tus sentimientos. Esos que se esconden de tu consciencia y ni tu sabes que están impidiéndote disfrutar de las pequeñas cosas que crean la vida, cosas que por pequeñas están lejos de ser insignificantes. Y es que una ocasional y simple frase se hace grande para el que la recibe, y a veces, es tal el tamaño que adopta que nos presiona por dentro de tal manera que necesitamos llorar para dejar hueco.

No me consideres una ingenua por decirte que dejes a un lado la tristeza, en todo caso superviviente, ni alguien que no sabe de la vida, por aconsejarte que te conozcas a ti misma. Porque el error y la culpa no tienen dueño, ni tu ni yo podemos ser esclavos de nuestros pensamientos, por eso te recomiendo que luches contra ti misma ya que ahora te estás atacando. El primero que difunda sus sentimientos, lo que lleva dentro y teme, ese logrará antes el consuelo. La paz con la que dormirá esa noche se verá intranquila como ante cualquier nuevo proyecto. Pues en la vida todos tenemos un cierto temor a desnudarnos. Por la mañana sentirás que el descanso fue distinto y que has hecho lo correcto. El día que nacemos es el que aprendemos a como vivir y no aquel en el que echaste tu primer grito llorando.

 No conoce de la vida el que mas años transporta a sus espaldas. Para mi es mas sabio el que aprende a ser feliz en la desdicha, el que sabe como torear la soledad, dejando lo mejor de si mismo para esos momentos en los que estás tú contra tus propias batallas. Y es que como ya dije en otro artículo “el peor enemigo eres tu mismo.”

En la lágrima que vi caer de tus ojos, leí que estabas luchando contra esos pensamientos que te dicen lo insignificante que eres para los demás. No los escuches. A veces tienen mas razón los que nos ven y se preocupan por nosotros y nos muestran que la realidad que vemos y sentimos no es la real.

LA VIDA GOLPEA MUCHAS VECES


El crepúsculo luce hoy con su vestido oscuro. Es de noche cuando amanece y de noche también cuando el día acaba. Los ánimos de una amiga, están tupidos por un negro fúnebre y quiero hacerle ver que la vida ahí no termina.

Y ¿Cómo expresarle yo que hay que mirar al horizonte, donde se esconde el camino perseverante de que el único consuelo se haya en nosotros mismos, si ella me responde que para llegar a alcanzarlo debemos cruzar muchos mares? Tiene razón. Cada uno ha de luchar su guerra y vencer sus propias batallas pero, yo deseo decirle que estoy cerca de su ahora triste alma, intentando ayudarla con estas palabras.

La vida golpea muchas veces y es casi imposible no ceder en su propósito de que sintamos tristeza, pero hay que ser camaleones, y cambiar el color de nuestros pensamientos, confiando que los problemas, a veces, se solucionan dejando de pensar en ellos. Hay que confiar que la corriente del río se lleve también nuestras lágrimas que son la causa de nuestros punzantes pensamientos. Sí amiga, deja correr la pena que hoy te posee y no olvides que tocando esta pena que te distancia de verte contenta, estoy yo. ¿Notas mi caricia? ¿y mi abrazo? Dime ¿lo sientes a pesar de estos 30 kilómetros que nos separan?

Cuando me atormentaban mis pensamientos, estuviste a mi lado para enmudecerlos. Me toca a mí ahora mostrarte como construir el poder de la fuerza que en tú interior se halla.

¿Recuerdas como luchaste, y venciste, la peor batalla contra la que una persona humana ha de enfrentarse? ¿Aprendiste algo de esos momentos? Sé que tienes piedras, grandes piedras, en el camino que te atormentan y temo que estas te hagan descender al pozo de la desolación. Temo perder de vista tu optimismo, porque yo necesito de tu alegría para mantener mi frágil e incierto futuro con vida.

Tú alivias mi peso cuando el desolador presente me inunda con su angustia y por eso me ayudas a llenarme de consuelos que alivian mi pena. Todos somos fuertes y frágiles al mismo tiempo. Sentimos a veces trasnochada la felicidad que en un pasado próximo vivimos, pero confío en ti y quiero convencerme que pronto, o ya mismo, tu fe regrese a acompañarte, apareciendo tu encanto que tanto echo de menos.

Y no me gustaría parecer egoísta con mis deseos de que vuelvas a transmitirme dicha, solo me muestro sincera recordándote, que te quiero y que tu presencia en mi vida es motivo de alegría. Leí un día que a la gente entristecida no debemos decirles “anímate” porque no les sirve mas que para presionarlas y deprimirlas, por esa causa busco otra palabra, difícil de encontrar, para despertar en ti lo que necesitas para seguir. Quizá esta frase sirva: “Eres única para mí”.

 

viernes, 13 de enero de 2017

EL TEMOR A LA PALABRA


Tengo la costumbre de observar a las personas por dentro mientras hablo, intentar descubrir que hay detrás de su apariencia, de su mirada, de sus palabras. No es que las analice, o tal vez sí… ¡Sí! Eso es exactamente lo que hago. Aunque no siempre acierto en mi interpretación.

No os ha pasado nunca que después de conversar con alguien a quien os habéis encontrado en la acera os dais cuenta de que no le habéis permitido decir nada, de que solo vosotros habéis sido los que opinabais sobre aquello que ocupaba tú pensamiento cuando se produjo el agradable encuentro. A mí me ha sucedido alguna vez. Y también de esos encuentros se aprende. Verbalizar lo que se piensa lleva muchas veces a una solución. En cambio, cuando se escucha podemos darnos cuenta que cuando nos relatan sus desavenencias por un lado, descubrimos que no somos los únicos que sufrimos. Por otro, si lo que comparten son sus triunfos, nos alegramos al interiorizar que la felicidad es posible.

Aunque no debemos desprender de nuestra boca palabras expresando lo que nos frustra en cada tropiezo. Los secretos son momentos que reservas con aquel que te va a entender y respetar. Un secreto es un secuestro de un pensamiento que otra persona tiene en su poder y puede volverse en tu contra.

Las ilusiones se expresan a los que te importan, aquellos a los que sientes cerca. Mientras unos son felices pero viven momentos de tristeza, otros son desgraciados y tienen bastantes ocasiones en las que se sienten contentos. Yo no sé a que grupo pertenezco. Y no temáis a expresar vuestros sueños. No es posible ser feliz sin compartir las aspiraciones. Jesucristo creo que lo que quiso decir antes de visitar el calvario fue: “Soñad que seréis recompensados”.

jueves, 12 de enero de 2017

¡EUREKA!


Gracias Dios Mío por escuchar mi plegaria y hacer que una gran amiga tocara con sus manos tu cielo. Un objetivo mas cumplido en este exigente mundo,  en el que para celebrar algo es necesario triunfar. Amiga, si después del éxito obtenido te vas de mi vida, no te alejes mucho, déjame tu compañía. Tu esperanza y fe han servido para ver tu sueño cumplido. Estoy feliz por la única razón de saber que tú lo estás también. No es tu victoria la que me hace permanecer a tu lado, es tu lucha por conseguir lo que has logrado.

Recuerdo cuando mi esfuerzo no tuvo el resultado esperado y la decepción la llevo oculta en la trastienda de mi pensamiento. Hoy agradezco que no hayas tenido que pasar por semejante situación, como en su día agradecí encontrar otros gara-proyectos por los que luchar, porque hay que seguir el camino apartando lo que nos hace daño, eso que no podemos cambiar.

miércoles, 11 de enero de 2017

EL CARIÑO PERDURA


Había una persona en mi vida a la que quería, pero al alejarme de ella he perdido parte de ese sentimiento. Quiero conservarla entre mis recuerdos. Intentó instruirme para ser paciente. No lo logró. Aprendí de ella a escuchar al darme cuenta de su necesidad de compartir conmigo una parte de sus preocupaciones, y también me enseñó que llorar es necesario cuando estamos solos en las noches sin luna que alimentan las almas enfermas. Ella absorbía mi calor humano y permanecí a su lado durante el tiempo que también recibí el suyo. Sus miedos redundaban en la ceguera que se acercaba. Y es que estos ojos que nos da Dios, a veces nos los quita dejándonos con pena. No existe túnica que tape las heridas, y las miradas hermosas pierden con la ceguera su sintonía.  

Tomé distancia porque la humildad que veía en sus ojos perdió fuerza con la pérdida de vista. Sus ojos no distinguían ya el cariño que por ella sentía y decidí tomar otro camino donde hallar personas que a los ojos con claridad me miraran.

Dudaba si la armonía que habíamos compartido fuera sincera. Me dolió tanto cuando noté que al mirarme no me veía, que para continuar viviendo y limpiar mi magullado corazón, me despedí de aquella relación pareciendo impulsiva.

Emprendí con fuerza mi nuevo camino dejando reposar en el olvido lo invisible que era para ella mi presencia. Aprendí con el tiempo que el olvido es provocado por un rencor dormido. Hoy he crecido y quiero recordarla siempre como parte de mi pasado. Creo que sus ojos se han limpiado, quizá si ahora la viera apreciaría en su mirada lo que no deseo borrar de mis recuerdos. Me perdoné el convencerme de que en una mirada se concentra el cariño que busco y descubrí que este perdura en el tiempo si fue sincero.

martes, 10 de enero de 2017

LA LUCHA INCANSABLE


Algunas palabras me dan sed. Quizá es mas difícil aceptar un buen pronóstico acerca del futuro que pensar que vas a perder lo que te une al presente. Nos perdemos en intuiciones y estas, unidas a la incertidumbre, nos hacen la pendiente que hay que continuar subiendo lentamente mas inclinada. Hay que ascender por ella y no perder la fe innata que nos caracteriza.

Todos nos posicionaremos en aquel lugar en el que seremos siervos de nosotros mismos, donde se encuentra la alcoba de nuestra felicidad.

Entregarnos a esas palabras que riegan la voluntad de perseguir nuestros sueños, esas palabras que me dan la sed, no nos enseña a ser pacientes en lograr el objetivo que tanto anhelamos alcanzar.

Y mientras nos perdemos entre los proyectos debemos encontrar tiempo para observar lo que en nuestro alrededor, nuestro pequeño mundo, sucede. Darnos cuenta de que el propósito que nos ata al futuro no es excusa para olvidar lo que realmente nos hace felices mientras ascendemos la inclinada pendiente. La familia y amigos junto a algún desconocido, son los que abrazan nuestro corazón e inundan nuestras mentes de momentos de placer, la lucha constante por superar lo que nos parecen semanas en un desierto, los avances de la tecnología que nos tensan de tan grande que es nuestra ignorancia ante ella y, la pelea porque nuestra rígida alma aprenda a relajarse y confiar en un plácido mañana.

Solicito un minúsculo adelanto de ese prometedor futuro y pido no perder el reducido éxito del que ya disfruto. Reducido sí, pero muy valioso. Poco a poco me sentiré mas cerca de lo que hoy me quita el sentido, pero jamás olvidaré este comienzo y el incondicional apoyo que obtengo.

lunes, 9 de enero de 2017

EN BUSCA DE LA GLORIA


¡Ay amiga…! El Olimpo guarda a sus dioses, dioses que no están envenenados por la envidia y la codicia. El origen de la lucha por ser invencible es acogida entre los corazones de los seres terrenales. Jamás se podrá construir la pureza entre éstos, inundados por la lujuria y la torpeza. Los vicios acompañan a aquellos que no habitan en el olvido que por perfectos no recordamos su lado humano.

De los dioses nos viene el irrefrenable deseo de buscar clarividencia y lucidez a nuestros actos, y por ende el sentimiento de no alcanzar la perfección en la batalla de la concordancia entre pensamiento y acción, hace que caigamos en la insatisfacción, lejos del perdón.

La humanidad, aquellos que no habitan en el mundo celestial, echan fuera la rabia transformada por el humo de sus emociones en ideas por alcanzar el cariño que creemos merecer. Al no hallarlo engendramos resentimiento evitando que fluya la clemencia que los dioses tienen.

Es discutible el ansia de superioridad de los seres humanos, pero en perjuicio mío he de escribir hoy que las condiciones favorables que nos rodean terminarán por destruirnos si la ira y el rencor del invierno no cede en el estío.

domingo, 8 de enero de 2017

LA TRINIDAD


No sé si os acordareis de mi publicación del 29 de diciembre en la que os contaba que había rezado. Rezo poco. Porque acordarse de que hay algo a lo que agradeces ser tú misma no es rezar ¿verdad?

¿Qué representa Dios? Él no es más que esa fuerza que llevamos todos dentro y que mantiene viva la esperanza de que algo externo a nosotros haga lo que no estamos dispuestos  a hacer por nosotros mismos. Él es todo eso.

Hemos sido capaces de transformar la energía del universo en lo que ahora tenemos por mundo. Desconozco porque la Fe puede volverse a veces en contra nuestra pero escuchadme amigos míos que la unión de nuestras fuerzas es la esperanza del mañana. Recordar que esa esperanza es Dios. Ir a misa es unir fuerzas con otras personas, expulsando la mala energía y retroalimentándonos de la buena.  Meditar es equilibrar la energía que recibimos del exterior en nuestro interior para de esa forma hacernos fuertes e invencibles. Y Dios es esa energía. Por lo tanto, ya que esa energía está en todos, yo soy una parte de Dios. Y por eso Él es padre, hijo y espíritu santo, y yo también lo soy en la medida en que es la misma energía la que nos forma a todos, todos somos el todo y como parte de ese todo, yo también lo soy.

Y si todavía no os he convencido de que todos somos Dios, analizar el poder que tenemos. Somos capaces de dar vida como también de quitarla. Somos capaces de transformar la materia. Y decidme ¿Todavía no creéis que sois Dios?

sábado, 7 de enero de 2017

EL SUEÑO DESTRONADO


Hace ya diecisiete meses, poseída por mi impaciencia ante un proyecto que, aunque extraño para mí duraba ya demasiado, acudí a una de esas consejeras que te predicen el futuro. Quería conocer si estaba en el camino correcto. Y me presenté ante ella esperando que contestara afirmativamente a mis deseos.

Sorprendida es poco decir al desvelarme ella mi secreto sin haberlo pronunciado. “Tu escribes y, ese es tu camino, lo demás se puede cumplir o no, pero no será tu destino.” También me advirtió que corría peligro de ser plagiada. Pensar que mis palabras podrían llegar a salir de la boca de otros triunfadores lo pasé inadvertido, no creyendo que eso fuera posible, pues mis frases son producto de lo que ocurre en mi interior y eso no se puede copiar. En un principio salí de su casa, a la que había entrado con miedo, contenta y decidida a gritar a los cuatro vientos mi más íntimo sueño que hasta entonces enmudecía y ocultaba. No era por vergüenza el motivo de callar, era para que todos esos sueños que hacían cortas mis noches, para que todos esos sentimientos que sentía murieran al empezar el día.

Escribo en este blog, a pesar de sus advertencias, porque creo que mi camino no es este, más allá de publicar un artículo que no sé quién lee. Y no creáis que no lloro cuando veo que mi sueño se aleja, pero hay que rendirse ante la evidencia. Los sueños hay que perseguirlos contra viento y marea, pero ¿Qué es un sueño? Una ilusión, tal vez producto de la ingenuidad. No quiero pecar de ingenua a mis 39 años, no quiero decepcionarme al ver que camino sola en este delirio que me hace soñar despierta.

Quiero hacer un brindis por aquellos pocos escritores que admiro porque noto sinceridad en sus líneas. Me gustaría que la vida me hubiera permitido compartir mis palabras con ellos. Sí, añoro tener a mi lado a una persona con la que hablar como cuando lo hago conmigo misma. Una persona sincera que me acompañe en mi lucha de aprender a vivir.

EL TIEMPO SE HA DETENIDO


No sofoco el deseo de seguir abrazando los recuerdos. Me hacen sentir humilde e importante al mismo tiempo. Soy consciente de lo importante que son las acciones, como adentran en nuestra infinita mente y reposan para salir en cualquier momento futuro. Esta noche he sido un poquito feliz al tomar conciencia de los hechos que marcaron mis años de existencia. Tal vez estas horas no me correspondía vivirlas. No sabría describir la mezcla de compasión y asombro que hormiguea todo mi cuerpo. ¿Y la paz? Sí, la paz que siento ahora merece una poesía pero yo no soy poeta, ni tan siquiera distingo una octava de una octavilla, en  cambio, cuando la leo creo sentir lo mismo que el poeta que la escribió. Me gustaría componer algo, esculpir algo, escribir algo que deje constancia de  mi paso por la vida pero nunca he abrazado la ilusión que tiene algunos de ser diferentes.

Me siento cómoda perteneciendo a la mayoría. Compartiendo sus frustraciones como también sus victorias. Supongo que será producto de mi inmadurez pero temo la soledad. Es irónico porque a la soledad que  me refiero es la que he vivido estas ultimas horas, la misma que me ha hecho ser consciente de la cantidad de motivos que tengo para querer lo que  tengo.

Esta noche he crecido ante las desavenencias. Como si el producto del miedo haya sido recompensado con la paz. Ya no siento miedo. He perdonado, si es que se me permite hacer esas cosas, a todos aquellos que merecían ser maldecidos convirtiéndome en la abanderada de las causas perdidas. Me abrazo a la ilusión de que el cambio es posible y ya está en proceso. El cambio que nos llevara a ser mejores personas, evitando mentiras, ensalzando el afecto, entornando la puerta de la indiferencia de las que creemos malas personas y luchar aunque el distanciamiento de unos con los otros sea abismal.

Lo digo claramente y con la autoridad que me ha brindado esta noche; hay que reconocer el encanto allí donde el llanto arde. Qué significado tiene haberme dado cuenta de ello si no lo puedo transmitir, tal vez el ser consciente de ello es lo que me brindará la paz necesaria para afrontar este momento, mi momento.

Tiene que ser cierto que hoy, siete de enero he reconocido mi lugar en el mundo. Probablemente no he empezado luchas importantes como puede ser la abolición de la esclavitud, pero he aprendido a vivir en paz. Creo que eso es lo más importante ahora. No desisto a luchar, aun conservo una fuerte esperanza en las personas.

No había pensado nunca en dedicarme a salvar de la arrogancia, de la impertinencia a los testigos de este mundo. Todos hemos sido arrogantes en algún momento, cuando nos van bien las cosas. Es entonces cuando nos sentimos afortunados y hacemos desafortunados a los demás. Somos crueles por naturaleza. Todos sabemos en el fondo cuando estamos haciendo algo mal.

Hoy he aprendido a quererme y lo que siento ya no es tristeza, quizás si un poco de nostálgica, solo un poco. Pero un poco no es tristeza, pasa desapercibida. Se puede decir que soy feliz. Me equivoqué muchas veces pero sé perdonarme. Nadie lo hace todo bien ni todo mal.

Añoro la ingenuidad que había en mi antes de convocar a mi mente todos estos recuerdos. No estoy segura de querer ser tan comprensiva con las acciones de los demás, a veces eso duele. Tal vez me esté poniendo melancólica. No es bueno pensar tanto si quieres evitar el arrepentimiento. He de estar tranquila, Dios lo perdona todo.

Puede ser que no esté del todo en paz porque temo olvidar lo que estoy viviendo. Temo que lo olviden los demás. Creo que me he ganado estar en sus pensamientos pues les procuré dar conversación. Bueno, no siempre, a veces me daba pereza. Hay que hablar con los demás pero también con uno mismo. La vida evoca a pensar.

Por la noche la sinceridad con la que nos encontramos es más intensa. Nunca había tenido tanto tiempo seguido para pensar. Algunos recuerdos han estado bien, otros regular. Cuántas veces nos preguntamos las razones que tienen los otros para actuar y sí se darán cuenta de nuestros sentimientos. Es difícil y doloroso extraer los defectos de donde pertenecemos. Cuántas personas han pasado horas como estas. Los vampiros tienen más noches para pensar porque les falta día para recordar. Queremos ser personas comprensivas y no hacemos esfuerzos para aceptar al ser humano.

Mi vida tiene un significado, quería triunfar, tenía ansias de poder, pero ahora me conformo con que este poco de vida que siento dentro de mí permanezca hasta el amanecer. Me conozco tan poco. ¿Cuáles son mis sinceros proyectos?

Tomamos tanto aprecio a las opiniones ajenas y estas influyen tanto en nuestros actos que no nos paramos a pensar en lo crueles que somos. Actuamos a favor de unos y somos incomprensivos con los otros. Aún así tengo confianza en este mundo.

Ya no es la misma melodía la que suena porque mi canción es distinta ahora. Lo pienso entristecida intentando cambiar el tono de mis pensamientos pero no miento cuando os digo que estoy relajada después de todos estos recuerdos que me han hecho reflexionar. Sea cual sea el término que utilice para designar mi estado, no me impide expresar que mi rencor ha cesado. Ojalá hubiera sido capaz de sentir esto antes.

El hombre, hoy por hoy des-graciado debería moderarse en el uso excesivo de los sentidos para dirigirse al franco sentido de la felicidad. Ésta no reside entre los hombres, sino en aquel único ser capaz de ensordecer a la falsa armonía de actos que limitan el pensamiento y no dejan paso al amor.

El crucero por el subconsciente que he atravesado ha enmudecido mi orgullo y mi egocentrismo. Ya no pienso en mí como la protagonista de mi historia, ahora añado más personajes que sin ellos no hubiera tenido momentos que recordar. He aprendido que es la independencia y ahora soy más dependiente de todos los que me rodean. Dependiente de sus palabras, de sus gestos. No creo haber sido excesivamente arrogante, pero siempre se puede mejorar.

 

miércoles, 4 de enero de 2017

EL MILAGRO DE LA VIDA (mensaje esperado por algunos)


El aterrizaje en la vida parece un milagro, pero lo verdaderamente sorprendente es la belleza del lenguaje en el que todos nos apoyamos para expresar los recuerdos que nos evoca el pasado.

Esta noche compartí el presente con unos amigos convocando en nuestra mesa sucesos de otros tiempos en los que sin ser mas felices, parecían convertirse en satisfechos al expresarlos. A veces pensamos que la claridad con la que vivimos el pasado es triste y, no lo es cuando lo contamos en una noche poseídos por las cautivadoras sonrisas del presente, en las que no hay mayor alegría que sentirse comprendidos.

Nos perdemos entre las risas y las confesiones que hacen a una noche fría de invierno, cálida y valiosa para los recuerdos.

Somos unos campeones que en el vendaval no nos dejamos vencer por el excesivo apetito de la autocompasión que perdura en el tiempo, acechando sin razón. Conscientes de nuestra resistencia a dejarnos vencer por el sueño, rezagamos este para adelantar la madrugada de un día soleado y sin gemir por el paso del tiempo.

Quizá sea pastoso el confesar que los colores de la amistad se disuelven en la sangre y que esta da forma al valioso cuadro del sentido. El dibujo no requiere grandes gastos en la vida, la que a veces te envuelve en esa gran gama de grises.

El lienzo que hoy pinto son palabras absorbidas por un esperado presente duradero. La “M” símbolo de la Mar, que es fuerte gracias a la tierra, superficie en la que rompen con su fuerza los tentáculos de todo delito que gobierna el vedado descubrimiento del agua salada. Hoy no puedo discutir que la vida es bella.  Hoy no puedo hacerlo porque me entrego al sueño con la alegría de creer tenerlo casi todo, y con ello me conformo hasta el despertar mañana en el culto al que toda persona despega ante nuevos objetivos.

El milagro de la vida es mucho, pero recordar amigos míos que el milagro es estar vivos.

LUCHAR CONTRA EL DESTINO


Encontrar el sentido a la vida es la preocupación de muchos. Tenemos constantes luchas internas, nos recluimos en cárceles creadas por nuestras mentes porque todos y todo va en contra de la lógica. Solo descansamos en el intento de conocer nuestro destino cuando compartimos tiempo con familia y amigos. Personas que tropiezan en la misma búsqueda.

Un día nos despertamos contentos ardiéndonos el combustible de la esperanza, desde ese instante entendemos que en ella, en las ilusiones y en los sueños, en esos momentos que marcan nuestra vida y que recordamos con sonrisas está la esencia de la existencia.

Este descubrimiento no es exclusivo de los budistas pero, a veces, las batallas que lidiamos nos impiden alcanzarlo antes de sufrir el desconsuelo por el que la vida nos arrastra.

La incertidumbre es la que nos mata. No el conocer o no conocer sin intuir. Esto, aun sin ser inofensivo, se termina aceptando, pues si tienes la certeza ya sabes la respuesta.

A veces queremos estar solos y eso es lo que nos salva. Mientras no nos entendamos, el silencio ayuda a escucharnos. Así, después de conocernos a nosotros mismos conoceremos también a nuestros semejantes que, por muy distintos que seamos, todos luchamos contra el mismo destino.

Buscamos respuestas, buenas respuestas que nos favorezcan. Buscamos la eterna salvación que nos proteja del dolor al que tanto tememos. Y no hay mayor dolor que el temor a sufrirlo.

martes, 3 de enero de 2017

LOS ÁNGELES TAMBIÉN LLORAN


Mi abuelo siempre decía que quería vivir como los ángeles. Un día al partir mi abuela se escapó de sus ojos una lágrima. ¿Habéis visto alguna vez llorar a un abuelo? Es muy triste. Que el desconsuelo alcance a aquellos a los que crees que lo saben todo desconcierta. Y es que el saber no evita el sufrimiento. En aquel instante me senté a su lado sin pronunciar palabra y él con voz serena y sería, muy convencido de lo que pensaba, me dijo que mi abuela ya era ángel y estos no tenían penas. Era el consuelo que le quedaba.

Mi abuelo permaneció en este lado del camino muchos años, con la mirada perdida siempre en aquella foto en la que su esposa sonreía. No le vi echar mas lágrimas pero en las noches sé que lloraba a escondidas. Intenté hablar con él y le pedí que no se alejara de mí. Me dijo que yo no entendía. Dejó de asistir a mis cumpleaños, de acompañarme en mis conversaciones, me abandonó como creía que mi abuela lo había hecho con él. Es mas, le confirmé que los ángeles miran a la tierra y envían rayos de sonrisas para que las pérdidas sean menos dolorosas. Continué explicándole que mi abuela estaría triste por dejarse morir en vida y que los ángeles también sienten el hueco que dejan. No me escuchaba. Entonces era a mí al que se le escapaban las lágrimas porque no solo había perdido a mi abuela sino también el cariño de mi abuelo. En un último intento de recuperarle me despedí de él para hacerle reaccionar y llorando le afirmé que mi abuela estaría sufriendo por los dos. Y le pregunté: “Y dime tú ahora abuelo, ¿sigues pensando que los ángeles no lloran?”

lunes, 2 de enero de 2017

ADIOS SER QUERIDO


Olvide como se llora y hoy que quiero hacerlo no puedo. He perdido a mi tortuga y ella me enseñó  que en el silencio de la madrugada una no se debe sentir sola. Me enseñó que mientras se cocina la música ayuda a concentrarse en la comida. Me enseñó también que la televisión acompaña en la siesta al medio día. Y como aprendí de ella que durante la noche antes de dormir se medita, no siento pena de su pérdida porque sus enseñanzas hacen que ella en mí siga viva.

No lamento haberla conocido y su escapada no me hace sentir tristeza, sino mas bien agradecimiento por poner los dioses en mi vida alguien que me enseño lo que en estos momentos necesito. Tal vez, solo cuando trasnocho y no sigo su ejemplo, me siento perdida entre los recuerdos. Sí, hoy, que no duermo, la echo de menos.

Soy la que elijo noctambular en la noche sabiendo que es perjuicio. Me doy cuenta, y esto lo he aprendido solita, que yo decido perderme en los tristes sentimientos de su ausencia mirando las estrellas o dormir protegida en los sueños por su presencia. Gracias tortuga por enseñarme a pensar, gracias por ser tan importante para mí que no necesito olvidarte para ser feliz.

domingo, 1 de enero de 2017

EL NECESITADO PERDÓN


                ¿Cuánto tiempo has de pasar compartiendo momentos con personas para considerarlos amigos? ¿Con qué fuerza has de desear el bien a alguien para quererle? ¿Son los dioses buenos conmigo cuándo te regalan minutos que quieres hacerlos perennes y no temes perderlos como un oasis al acercarte a él en el desierto?

                Llegas a casa, después de ese rato de evasión, y perdonas lo que dentro de las puertas del hogar ha podido no ser tan favorecedor. Llegas inundada de bondad, porque la felicidad provoca ese efecto, el perdón.

                Quizá el liberarte durante un corto espacio de tiempo de lo que te sientes atada hace desaparecer la soga que te sujeta las muñecas, y vuelves a sentir que lo que vives es lo que has escogido para tí. Meditas el porqué de tu asfixia y reconoces que es para evitar un mal mayor. Compartes tu cocina con personas a las que crees no querer ver. Pero si una se encuentra satisfecha, llegas a sentirte mala persona por no olvidar lo que te puede alejar de sentir amor.

                Todos tenemos un destino y este es el que escogemos. Sí, amigos míos, nosotros somos la causa de nuestros desafíos internos. Creemos ser los poseedores de la razón, y no tiene razón aquel que cuenta con mas secuaces, sino que la razón no se inclina por lo que nuestros valores cultivan, esta nunca está de parte de la defensa del odio y la incomprensión.

                Pido hoy perdón por mi intransigencia. Pido hoy perdón por dejarme llevar por la fogosidad de mis sentimientos y pido, si se me permiten un tercer deseo, acceder al quebradizo equilibrio para asumir que lo que yo opino, que no es malo, no sea mas que eso, una opinión que no perjudique a mis hermanos.

                Las Navidades han terminado y espero que todos esos rencores que me revuelcan en el pasado, terminen y llegue la tibia cordialidad propia de toda temperatura ideal. Deseo que mis sueños regresen y perder hoy este perfume que huele a rencor, volver a vestirme de ingenuidad y hacer de mis días nuevos jardines con palpitantes proyectos ascendiendo nuevamente a la paz.

                Olvidar no es fácil pero es posible y necesario para continuar avanzando en el interno mundo de la ilusión.