martes, 10 de enero de 2017

LA LUCHA INCANSABLE


Algunas palabras me dan sed. Quizá es mas difícil aceptar un buen pronóstico acerca del futuro que pensar que vas a perder lo que te une al presente. Nos perdemos en intuiciones y estas, unidas a la incertidumbre, nos hacen la pendiente que hay que continuar subiendo lentamente mas inclinada. Hay que ascender por ella y no perder la fe innata que nos caracteriza.

Todos nos posicionaremos en aquel lugar en el que seremos siervos de nosotros mismos, donde se encuentra la alcoba de nuestra felicidad.

Entregarnos a esas palabras que riegan la voluntad de perseguir nuestros sueños, esas palabras que me dan la sed, no nos enseña a ser pacientes en lograr el objetivo que tanto anhelamos alcanzar.

Y mientras nos perdemos entre los proyectos debemos encontrar tiempo para observar lo que en nuestro alrededor, nuestro pequeño mundo, sucede. Darnos cuenta de que el propósito que nos ata al futuro no es excusa para olvidar lo que realmente nos hace felices mientras ascendemos la inclinada pendiente. La familia y amigos junto a algún desconocido, son los que abrazan nuestro corazón e inundan nuestras mentes de momentos de placer, la lucha constante por superar lo que nos parecen semanas en un desierto, los avances de la tecnología que nos tensan de tan grande que es nuestra ignorancia ante ella y, la pelea porque nuestra rígida alma aprenda a relajarse y confiar en un plácido mañana.

Solicito un minúsculo adelanto de ese prometedor futuro y pido no perder el reducido éxito del que ya disfruto. Reducido sí, pero muy valioso. Poco a poco me sentiré mas cerca de lo que hoy me quita el sentido, pero jamás olvidaré este comienzo y el incondicional apoyo que obtengo.

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