Para ser justos
deberíamos ser tan comprensivos como quisiéramos que lo fuesen con nosotros.
Aquellos que más nos exigen, que nos aprietan a actuar en su favor, son los que
menos nos ofrecen. El situar a todos los amigos juntos en el mismo privilegiado
escalón de nuestro corazón puede llevarnos a irremediables decepciones cargadas
de una fuerte sensación de sin sentido en nuestros sentimientos. Y es que el
corazón no es redondo sino triangular. En la cima debemos posicionar a aquellos
con los que todos nuestros actos y pensamientos pueden ser relatados sin miedo
a sentirnos rechazados. Aquellos que por entendernos no nos juzgan, y se
conocen tanto a ellos mismos, razón por la que son cómplices de nuestra más
calada existencia. Por debajo de este peldaño todos los demás.
No debemos confundir la
franca amistad, con la ternura que nos profesan otros y que no es
correspondida. De agradables está el entorno lleno, pero su silencio manifiesta
una composición de abandono a nuestro más hondo sentir.
Los animales poseen esa
sensación de comodidad con la presencia de otros seres y no recuerdan sus
intachables decepciones. Quizá yo tenga un poco de animal al olvidar rápido lo
desagradable para pasar al amor en un breve instante. Soy un poco animal para
eso. Sí, creo que necesito amar como los animales para encontrar sentido a esta
vida. A pesar de todo no creo haber sido nunca un chimpancé.
Si que debería de ser triangular para darle más tranquilidad a nuestro sentir alejándonos de la decepción, pero somos nosotros mismos los que tenemos que darle esta forma. Y se la daremos si somos capaces de dejar que los sentimientos que en el guardamos, sean al menos en parte controlados o filtrados por la razón, que suele ser la previsora de los infortunios. Y si las experiencias extraídas de las vivencias que tenemos con quienes compartimos existencia nos llevan a modificar nuestra forma de ser y de ver la vida. En definitiva esto es la esencia de la vida, tener experiencias y experimentar.
ResponderEliminarSí One, así es. Antes de que nos demuestren si deberian ocupar la cima de la pirámide ya colocamos a las personas conocidas ahí, en lugar ponerlas cuando se merecen. Ello es síntoma de que tenemos fe en los seres humanos y en su capacidad de demostrarnos lo mismo que nosotros estamos dispuestos a hacer por ellos. Un besazo amiga.
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