El silencio retumbó en mis oídos. Y me di cuenta
que nadie estaba cerca. El abismo
que me separaba de los que estaban en mi
mente era, quizá, un poco… incomprensible. Ese silencio me susurraba que tenía que convivir conmigo mas
allá delos pensamientos que
ocultaba mi sonrisa, donde aquella incompresión se tornaba aceptación.
El abismo, mi mente. El silencio, mis pensamientos.
Todo dentro de mi fertilizando e ignorando que iba a crecer. Tantos sueños,
tantos proyectos… tantos fracasos… y yo todavía tenia fuerza para construir un
mañana sin concebir la derrota.
Y es que mientras hay vida, familia y amigos,
mientras hay esperanza en el prójimo, la vida es mas sencilla. Mas que sencilla
diría apetecible.
En mi inconsciente ha habido elecciones hoy y yo
voté por mi. He sido mala pero me perdono. Y a excepción de los votos en blanco
solicito vuestro voto necesario para que mi conquista no pierda su fuerza en mi
intento.
Después de tiempo sin visitar tu blog, vuelvo hoy a hacerlo y confirmar que me gusta tus reflexiones.
ResponderEliminarExaminarnos a nosotros mismos cuesta, pero mejora nuestra visión de nosotros mismos y nos ayuda a crecer. Y todos lo necesitamos. Igual que necesitamos a los demás para hacerlo.
Yo te voto.