Estamos
en Navidad e inflamas mis pensamientos diurnos disfrazándolos de ilusión.
Cierro un ojo y dejo abierto aquel que me guía por tu lado. Pienso en mi lugar
favorito y ahí estas tú, esperándome. O quizá, sea yo la que te esté esperando
a ti mientras camino.
Hoy
es el día de agradecer la presencia de los que nos acompañan. Hoy es el día en
el que apartamos nuestros malos pensamientos y nos permitimos reir y cantar al
son de un villancico. Hoy es la noche en la que confundimos la lluvia con las
estrallas en pro de la esperanza de verte pronto entre nosotros.
Tú
sueño dudas si aparecer o quedarte
distante haciendo reflejo en el inconsciente. Te espero, aún sabiendo que puede
que no llegues, porque hacerlo es lo que me da fuerzas para no cambiarte por
otro.
Gano
pensando en nuestro encuentro y ganaré cuando te tenga. La codicia no es tanta
como la ilusión, pero en un sueño hay que aceptar la posibilidad de despertar.
Hoy te oculto para prenunciar: Feliz Navidad.