lunes, 11 de diciembre de 2017

“CONQUISTATE”

Me susurraste “conquista” y levanté las derruidas piedras del coliseo pasando a representar entre sus paredes excelentes espectáculos.
Me susurraste “conquista” y creyendo que no fue suficiente la hazaña, construí un trasatlántico capaz de dar dos vueltas al globo sin detener su viaje.
Me dijiste dejando el susurro “conquista” y perdiendo ya la paciencia uní Israel con Jordania.
Tú, alzándome la voz, pronunciaste “¡conquista!” y me hiciste perder el sueño buscando aquello que provocara a tus ojos engrandecerse de sorpresa. Y cree el sintonismo[i], religión que facilitaba el entendimiento entre todos los seres de la tierra poniéndonos en la misma sintonía. Todos los que la conocieron se hicieron adeptos con la idea y realmente pensé que me felicitarías.
Entonces gritaste “¡conquistate a ti mismo!”  y bajando la cabeza me rendí y te dije “no puedo”.


[i] No sintoísmo.